La rapidez del trabajo del personal de enfermería de Parkland ayudó a salvar la vida de Earnest Johnson. Su esposa, Theresa, jamás olvidará el día en que la llamaron porque su marido de 29 años se había desmayado en el trabajo en la cárcel del condado de Dallas. Theresa cuenta al recordar:
“Si no fuera por su compañero de trabajo que advirtió que él ‘no lucía bien’ y el personal de enfermería de Parkland que le realizó el procedimiento de RCP, él no estaría aquí”.
El personal de enfermería de los servicios de salud penitenciaria de Parkland reanimó a Earnest y lo trasladó a Parkland. Un equipo capacitado de profesionales de la unidad de cuidados intensivos (UCI) de Parkland atendió a Earnest durante casi un mes y le permitió comenzar el proceso de recuperación con rehabilitación y tratamiento ambulatorio.
Después de muchas pruebas, los médicos determinaron que Earnest padecía un trastorno sanguíneo poco frecuente que causa la formación de coágulos en los vasos sanguíneos pequeños de todo el cuerpo. Gracias al diagnóstico, Earnest ahora se somete a un procedimiento de plasmaféresis de forma ambulatoria para mantenerse saludable.
En la actualidad, Earnest se siente mejor. Su esposa atribuye la salud de su esposo a la fe y a la “rápida reacción del personal de enfermería que le suministró oxígeno y ayudó a salvarle la vida”.
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