Anna Wood pudo bailar en la boda de su hermano gracias al destacado equipo de ortopedia de Parkland. Ocho meses después de un grave accidente de tránsito que la dejó en silla de ruedas, pudo bailar sin ayuda.
Después del accidente, Anna fue trasladada de inmediato a la sala de emergencias de Parkland con lesiones importantes, como la pelvis fracturada, heridas profundas, un pulmón colapsado y el diafragma roto. Durante las seis semanas de internación en Parkland, fue sometida a ocho cirugías para reparar las lesiones.
El equipo de ortopedia especializado, dirigido por el médico Adam Starr, utilizó 15 tornillos para reconstruir la pelvis destrozada. Con la ayuda del equipo de fisioterapia, lentamente, aprendió a caminar otra vez y pudo pasar de una silla de ruedas a un andador y, finalmente, a un bastón. Ella contó que, durante su estadía en el hospital, el equipo de ortopedia la visitaba, al menos, una vez al día para explicarle el progreso y asegurarse de responder todas sus preguntas y aliviar sus preocupaciones.
Si bien fue un largo proceso, Anna ha vuelto a llevar una vida plena y activa. Practica yoga para aumentar su resistencia y mejorar su equilibrio después del accidente.
Anna cuenta al recordar: “El Dr. Starr y su equipo se comunicaban de forma muy clara y amable conmigo y mis padres”. “Él siempre me explicaba qué sucedía y por qué me recomendaba un determinado tratamiento. Sentía que todo se hacía realmente para garantizar mi bienestar”.
Anna le agradece a Parkland por ayudarla a recuperar su independencia y volver a caminar. Anna afirma: “El equipo médico me cuidó sumamente bien”. “En Parkland, trabaja gente talentosa. Tuve suerte de que me trasladaran allí después del accidente”.
Descubre cómo el equipo de ortopedia de Parkland no solo se encarga de curar los huesos rotos.